Después del acto de vandalismo que se cometió en un domicilio particular, se acudió al creador de tal acto, Alberto Treviño, quien es un joven que desde varios años atrás es un "graffitero".
A este joven lo conocen como el "Beto", un persona que desde muy chico está familiarizado con el graffiti, ya que el y otros mas, aprendían de los niños más grandes y ya "a los 14 o 15 ya nos íbamos de firma todos", comenta.
Beto define su propósito como algo que "me gusta, no lo hago tanto como lo ven todos, de ir nada más a hacer el mal, sino me gusta poner mi firma, es una manera de decir que estuve ahí".
Lo que pretende decir este joven es, "que las demás raza vea y pues para que respeten la calle". Beto utiliza un nombre “artístico” para firmar en las paredes, fachadas de casas, parques o avenidas principales, el se firma como "Betone", ya que él dice que ese seudónimo queda más con su nombre.
Al salir a la calle y decidirse por graffitiar, Beto va acompañado de “unos compas”, estos son dos o tres colegas que siempre se van juntos a realizar estos actos que regularmente se llevan a cabo a altas horas de la noche.
“No me importa que la gente me vea, eso no me importa, me importa que me vea la policía, esa si me importa, por eso siempre nos vamos de noche”, comenta entre risas.
Afortunada o desafortunadamente a Beto nunca lo ha sorprendido la policía, este comenta, "nunca me han cachado, si me han dado una dos que tres correteadas pero no me han cachado, una vez me cacho una señora, no sé si me vio o peinaron y tuve que pintar la pared de color original".
Los graffitis que ha realizado Beto son aproximadamente alrededor de 100 y este los realiza "desde morrillo". Actualmente tiene 19 años y no le piensa comentar a su familia, el cree que no les va a parecer pero independientemente de eso, a él le gusta este arte.
Beto piensa graffitear "hasta que yo solo diga ya, ya estas peludo, ya", concluye.
